Un libro sobre el amor

historia que se traga todo lo demás

NOVELA

Tu cruz en el cielo desierto

Carolina Sanín

(Blatt&Ríos - Buenos Aires)

Un “desangrado son corazón” es este libro, que lleva al género “Confesiones” al extremo y hace del relato de la experiencia de un amor virtual y engañoso un infierno, con una escritura que arde y se ofrece en sacrificio, como la pasión religiosa en la que se sustenta.

Pero también es la puesta en escena de un amor romántico, aquel que no necesita de la unión carnal para existir, que se nutre del decir sobre el amor o quizás, también, el territorio de la histeria de quien no quiere tocar a su amada.

Su protagonista recorre la tradición de la literatura amorosa occidental para intentar comprender las causas de ese amor fallido y concluye que “todo romance es la encarnación de las lenguas romances”, ya que es en la lectura de los textos del otro y en el fervor por su lengua materna donde se encendió la llama de esta pasión sin cuerpos.

Si el amor a distancia es un llamado al otro mundo, será el tópico de la resurrección -que se repite en los mitos, en los cuentos de hadas, en la tradición cristiana- el lugar del despertar, que, descubre, no es otra cosa que el impulso del deseo.

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Mucho más que una autobiografía intelectual

un caleidoscopio que muestra las caras disímiles del pasado

MISCELÁNEA

El libro de Tamar

Tamara Kamenszain

(Eterna Cadencia - Buenos Aires)

A partir de un poema que su ex marido, Héctor Libertella, le dejó por debajo de la puerta, la poeta y ensayista Tamara Kamenszain despliega una serie de reflexiones, poemas y confesiones sobre su vida y sobre el arte de escribir. Podríamos decir que este texto múltiple es una especie de microautobiografía intelectual pero seriamos injustos si nos quedamos con ese rótulo. A la par que cuenta escenas de su vida amorosa, Kamenszain contempla ese pasado y reflexiona sobre él. Aunque la autora descree o vacila frente al registro confesional, desgrana en capítulos breves interpretaciones sobre determinados episodios en el pasado en compañía de su ex esposo. Los días en Nueva York, el tiempo en México, las salidas y conversaciones compartidas en Buenos Aires conforman el núcleo de fondo de ensayos sobre la cuestión de la escritura hermética, las maneras de relacionarse con el taller de escritor y los vínculos amorosos que se rompen o que se desintegran…

Hay algo que me gusta en el libro: esa especie de tensión dramática que existe entre el rechazo de las memorias como género y el registro del pasado como herramienta de escritura. Es decir, conviven en El libro de Tamar la desconfianza hacia las confesiones realistas y la escritura que recupera un poema del pasado para pensar desde el presente ese pasado que ya no está. En esa tensión, Kamenszain escribe su libro, escribe su nombre y piensa el sentido de la escritura. En esa tensión, Tamara se sube al barco de la vida y escribe el mar de Tamar.

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Testimonio confesional y apasionado sobre Maradona

biografía que anda y desanda caminos que fueron transitados a medias

BIOGRAFÍA

Mi Diego

Alejandro Duchini

(Los libros del lince - Buenos Aires)

Diego Armando Maradona consiente innumerables biografías, posibles y plausibles. La dimensión del personaje exime de aclaraciones.

En el contexto de esa amplitud, la específica biografía de Maradona que ha concebido Alejandro Duchini tiene bien ganada una perspectiva de relieve y distinción. Esto es: el lejano día que los historiadores dispensen al inventario de los anaqueles dedicados a Pelusa de Villa Fiorito, será justicia que Mi Diego ocupe el lugar de un testimonio urgente, confesional, apasionado.

Urgente, en la medida cuyo motor pulsó no bien Maradona emprendió viaje al otro lado de las cosas…

Mi Diego, pues, es un libro relativo a Maradona y a los duendes que Maradona convocó en Alejandro Duchini en la sublime clave que supo alumbrar cierto poeta japonés. El que observó que el niño perdido en el bosque rompe en llanto pero no deja de buscar mariposas.

Y he aquí donde recupera sustancia y razón de ser el valor del apasionamiento, no ya como mera descarga vehemente, sino como fuerza capaz de orientar, operar, sembrar.

Amanuense de sí mismo y confeso devoto de su objeto de estudio, Duchini anda y desanda caminos que habían sido transitados a medias, o con lupas de otro calibre; recoge nuevas miradas y evocaciones, repone un Diego palpitante y abre una puerta en cuyo umbral se abrazan el ídolo y el idólatra, sin dejar de invitar a los muchos compañeros de ruta que merece un libro digno de ser celebrado por maradonianos y recién llegados.

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Dos visiones enfrentadas sobre el fútbol

la grieta deportiva de los dos técnicos campeones del mundo

FÚTBOL

Bilardo - Menotti. La verdadera historia.

(Planeta - Buenos Aires)

Los periodistas se embarcaron en una investigación que nació a partir de una reunión histórica en la casa de Roberto Saporiti en la que los entrenadores campeones del mundo charlaron largo y tendido sobre fútbol. Cajg y López se metieron en los archivos del “Narigon” y “El flaco” y pusieron la lupa en una relación que hizo crack. La grieta - esta fue de verdad- fue tan grande, que todo terminó en una gran disputa histórica que, como dicen los autores, no solo se tornó futbolística, también mezcló la música, la cultura, la política, formas de ver el mundo y estilos de vida. Los medios tuvieron mucho que ver y agitaron las aguas de esta pelea que atravesó décadas y ha llegado hasta el día de hoy. Tanto Bilardo como Menotti, ambos campeones del mundo e iconos de la dirección técnica, quizás no se imaginaron que sus “ideologías” ocuparían discusiones aplicadas a “soy bilardista”, “soy menottista”.

“Yo creo que lo importante es recuperar la pelota y atacar enseguida. No perder tiempo. Si defiendo bien, me aseguro el cero en mi arco y aprovecho las posibilidades que tengo de hacer un gol…”, ha dicho Bilardo. En cambio, por el lado de Menotti, técnico que se circunscribe en una filosofía de juego que se radicalizó en la belleza y se rebeló contra todo aquello que fuera en detrimento del talento, ha dicho: “cuando un futbolista tiene el balón en los pies, sus compañeros deben moverse con inteligencia para darle opciones de pase. Si un jugador recibe y no tiene al menos dos o tres opciones de pase, el equipo está trabajando mal.”

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Poesía construida desde la metáfora de lo provisorio

versos como respiración agitada

POESÍA

Poética del Alquiler

Marcelo Martino

(Monoambiente editorial - Tucumán)

Poética del alquiler es un libro de poesía que se construye a partir de la metáfora de lo provisorio, del alquiler justamente, de la posibilidad de cohabitar con poemas en el cuarto de huéspedes.

La primera metáfora después del título es la del desalojo, que lleva consigo la idea de abandono doloroso de un lugar, de quedar sin hospedaje, sin morada, de desplazamiento: “si ayer no estuve/ por qué habría /de estar hoy/ en estos versos” dice el poeta, que se conmueve de los fantasmas que viven en espacios prestados.

Las preguntas interrogan al lector “¿Hay verbos/ que nos definan/ a todos?” y plantean una realidad hecha de antítesis: … “el pobre empobrece/ y el propietario se apropia/ de aquello /que empobrece al pobre” y el lector se sumerge en las mudanzas con los verbos desarmar, deconstruir, mudar, abandonar, desarraigar.

Versos breves como respiración agitada y entrecortada, la poesía de Marcelo Martino no se encierra en el cuarto alquilado, se abre para co-construirse con otros poemas también inmersos en la incesante búsqueda de la palabra propia de gran fuerza sintética y comunicativa. Metapoesía que indaga en su propia esencia.

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Anatomía de la escritura borgeana

rastreando las huellas del proceso creativo

CRÍTICA

El método Borges

Daniel Balderston

(Ampersand - Buenos Aires)

Daniel Balderston ha dedicado sus días a la envidiable tarea de estudiar ciertos aspectos de la obra de Jorge Luis Borges; particularmente, las características de los borradores o esbozos que Borges desarrollaba antes -y, en algunos casos, también después- de la edición de sus trabajos. ¿Qué método seguía Borges para elegir las palabras justas en cada uno de sus textos? ¿Cuán profunda es la relación entre sus lecturas y su obra? ¿Hasta dónde llegaba ese deseo de continuar escribiendo variaciones aun de textos ya editados? Gracias al acceso a manuscritos y a borradores intervenidos por la mano misma de Borges, Balderston comparte documentación que sacia los deseos del fetichista ansioso por comparar la caligrafía del genio en las diversas etapas de su vida, así como el interés del curioso que descubre la historia detrás de la elección de un término o del título de un ensayo.

El Método Borges no es un ejercicio carente de metodología. Hay un marco teórico académico (“la crítica genética”) que Balderston conoce a la perfección. El mérito del autor -al menos uno de ellos- es no apartarse de aquél tras la búsqueda de un estilo menos arduo en algunos pasajes: donde se requiere precisión y terminología de aula universitaria, ella aparece, recordando que hay ideas que se destruyen si intentan simplificarse.

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